En 2023, las mayores tasas se observan en el grupo de 20 a 24 años seguido de 25 a 29 años y 30 a 34 años, donde la prevalencia es en mujeres. En tanto, en la población mayor de 50 años, son más los varones con la infección.
Esta patología se transmite al mantener relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) sin preservativo, o a través del contacto con las lesiones de la piel o de las mucosas, y puede causar afecciones neurológicas, cardiovasculares y dermatológicas en los adultos.
También puede transmitirse de la madre al niño durante el embarazo, algo que puede provocar aborto espontáneo, muerte fetal o poco después del nacimiento, prematuridad o discapacidades graves en los recién nacidos. En ese sentido, vale remarcar que la única forma de disminuir el riesgo de contraer sífilis es a través del uso del preservativo, desde el inicio al final de la relación sexual.
El infectólogo de la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud de Entre Ríos, Francisco Astudilla remarcó que "el mayor problema se evidencia cuando las personas no se testean, ya que a veces no presentan síntomas teniendo la infección".
"Nosotros siempre recomendamos testearse cada seis meses pero es una conducta que no se toma. Al mismo tiempo, es importante decir que se puede tener sífilis muchas veces durante la vida. No es que teniéndola una vez, luego no te volves a infectar", aseveró el profesional.
En cuanto a la sintomatología, comienza con la aparición de una pequeña llaga o úlcera indolora que desaparece sola sin ningún tipo de tratamiento después de entre 3 y 6 semanas. A partir de los 6 meses de adquirir la infección, también pueden aparecer ronchas en el cuerpo, lesiones en la boca y fiebre, hasta la caída del cabello. Luego, puede no presentar síntomas durante muchos años.
"Mientras no se realice el tratamiento, la sífilis puede adquirirse o transmitirse entre personas", referenció Astudilla. Sin embargo, es una enfermedad fácil de curar, pero si no es tratada puede generar complicaciones y afectar órganos como el corazón, el cerebro, o los ojos. La forma de detectarla es a través de un análisis de sangre y en caso de dar positivo, se puede curar con dosis de penicilina.