Además, los sábados y domingos, la veda será por 24 horas para la pesca comercial y artesanal. Sí está autorizada, durante toda la semana, la pesca deportiva en embarcaciones pero con devolución obligatoria de los peces capturados.
También se permite la pesca deportiva con caña o línea desde la costa sin devolución obligatoria.
Estas disposiciones no aplican a la pesca con fines de subsistencia y la de investigación, requiriéndose para este último supuesto, la previa autorización de CARU. Además, se mantiene la prohibición de pesca en todas las modalidades en la zona definida por la Resolución N° 29/07, a la altura de Puerto Yeruá.
Esta resolución aplica a la jurisdicción de CARU, es decir, desde la desembocadura en el Río de la Plata hasta el kilómetro 498 donde finaliza la frontera entre Argentina y Uruguay.
La veda se encuentra ya en vigencia, a partir de la publicación de la mencionada Resolución N° 101/2022 de CARU en los Boletines y Diarios Oficiales de la República Argentina y la República Oriental del Uruguay.
Fundamentos
En los diversos informes de los asesores de Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) tanto de la Argentina como de Uruguay, al igual que los departamentos de Ambiente y de Hidrología se consideró que en el río Uruguay, al igual que el Paraná, existen condiciones hidrológicas muy deficitarias para el éxito reproductivo de los peces.Además, en los trabajos de campo y relevamientos se observó una ausencia de peces juveniles de las especies de interés comercial y deportivo.
Por su parte, también se tuvo en cuenta que el río Paraná, con fuerte influencia sobre la pesca en el bajo río Uruguay, continúa muy por debajo de la situación de desborde de su llanura de inundación.
Dicho escenario, inédito desde que se cuenta con registros, está cerca de cumplir cuatro años, tiempo equivalente –en duración- al que tardan los peces para alcanzar la talla de primera captura. Esto hace sugerir que podría haber un déficit de individuos nuevos incorporándose al stock de la pesquería en pocos años.
Otro elemento en consideración han sido las previsiones climáticas. Para la cuenca del río se prevé un trimestre con condiciones climáticas levemente deficitarias, con los modelos sugiriendo la persistencia de escenarios de “la niña” o “la niña débil”. Si bien se estima un nivel hidrométrico superior a los años anteriores, la mejora no es considerada como suficiente por la acumulación de temporadas de sequía.