A los representantes de las casi veinte entidades que conforman la entidad, se sumó la presencia del vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Gabriel de Raedemaeker, quien llegó desde Córdoba especialmente para la ocasión.
Si bien existen algunos cambios en la conformación del nuevo Consejo Directivo, básicamente se mantiene una continuidad de personas e ideas. “Nos tocaron dos años muy duros, pandemia de por medio y muchas decisiones desacertadas de los gobiernos que nos obligaron a confrontar. Pero ello no minó nuestra voluntad de diálogo, entendiendo que los consensos son superadores. Ojalá estos dos años que comienzan sean con un Estado con otra predisposición y que entienda de una vez que el sector agropecuario es un aliado del desarrollo y no un enemigo”, señaló Colombatto.
Puntualmente, completan el listado de nuevas autoridades, Jacinto Deballi (Gualeguay – Vicepresidente 1°); Claudio Álvarez Daneri (Villaguay – Vicepresidente 2°); Nicasio Tito (Federal – Secretario); Héctor Reniero (Chajarí – Prosecretario); Alejandro Müller (La Paz – Tesorero); Gonzalo Legerén (Concordia – Protesorero); Daniel Kozak y Gastón Marcó (Colón y Concepción del Uruguay, respectivamente – Revisores de cuentas).
“Cuando comenzamos esta gestión hablamos de objetivos y entre ellos incorporamos la apertura, el diálogo, la pluralidad y ser combativos cuando ameritara, aspectos que vamos a mantener y reforzar. Podemos enumerar muchísimas cosas que hemos logrado, pero prefiero enfocarme en lo que viene”, señaló el presidente de FARER.
“Aspiramos a que las entidades seamos valoradas y escuchadas de otro modo y que nuestras opiniones tengan peso a la hora de la decisión final. Necesitamos que los Gobiernos Provincial y Nacional reconozcan la importancia del sector y no sólo nos vean como una caja extractiva. Somos una región del país donde lo eminentemente agroganadero y agroindustrial es pilar de la economía, la inversión, el desarrollo y el empleo”, remarcó.
Al tiempo que agregó “debemos estar en las pequeñas cosas que le pasan al productor, pero primordialmente necesitamos discutir los temas de fondo, encarar y debatir proyectos a futuro para el desarrollo productivo. Es imperioso que seamos parte de un sistema que planifique y garantice objetivos claros para nuestros productores. Para ello en necesario confluir en un diálogo armonioso y provechoso, donde el Estado debe garantizar reglas del juego claras”, concluyó.