Por esta razón, los árboles nativos no son invasores. Además, sirven de hábitat, como proveedores de refugio, alimento y reproducción de muchas especies de la fauna silvestre. Al mismo tiempo, regulan la cantidad y calidad del agua en el ambiente aéreo y en las napas subterráneas, y nos aportan el aire puro que necesitamos todas las especies para sobrevivir.
Esta fecha es una oportunidad para valorar nuestros árboles autóctonos y fomentar el cuidado y la plantación de especies nativas, reconociendo las funciones para el ambiente y la salud humana.
El espinillo es el árbol entrerriano
El espinillo, aromito o churqui (Vachellia caven) fue elegido entre 28 especies como árbol entrerriano, a partir de una votación realizada el año 2020, por el Programa de Educación Ambiental del Consejo General de Educación, en conjunto con el Jardín Botánico Oro Verde, dependiente de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos.Especialista de la UNER, propusieron 28 especies nativas para la votación digital, que estuvo abierta durante 60 días. El aromito resultó ganador con el 61.3 % de votos, seguido por el ñandubay (Prosopis affinis) con el 11.3%.
La propuesta se realizó con el objetivo de conocer e identificar las especies arbóreas representativas de cada una de las ecorregiones entrerrianas, apreciar las características y potencialidad de las mismas para aportar a la construcción de conocimiento y valoración de los árboles nativos y su importancia como patrimonio natural y cultural.
Características del Espinillo o Aromito
Espinoso, con abundantes ramas sinuosas, de aspecto rústico, unos 4 a 5 metros de altura, con una maravillosa y espectacular floración de brillante color amarillo y pequeñas flores perfumadas.El espinillo vive solitario y su presencia en bosquecillos es indicadora de profundas alteraciones ambientales (sobrepastoreo y fuego).
Crece en condiciones muy adversas, constituye una especie pionera y es considerado como un “ingeniero de ecosistemas”, al crear sombra y un microclima que permite a otros animales y plantas sobrevivir en áreas degradadas.
“Los árboles no sólo tienen importancia natural, son depositarios de memoria e identidad y pueden constituirse como una categoría explicativa de los procesos culturales”, afirmó Martín Müller, director general de escuelas de Entre Ríos.