En este sentido, la Licenciada en Kinesiología y Fisiatría (MP 1394), especialista en rehabilitación pelviperinial, Juliana Blanc contó a Diario Río Uruguay sobre la patología indicando que “1 de cada 4 mujeres mayor de 35 años sufren incontinencia de orina”.
La profesional explicó que la incontinencia “es la pérdida involuntaria de orina, ya sea de gotitas, chorritos o mojarse completamente”. Esto puede darse en embarazadas, por los partos, por sobrepeso, menopausia, u obesidad. Estas condiciones “producen una debilidad del piso pélvico”.
Al ser consultada sobre lo que es el "piso o suelo pélvico", la kinesióloga explicó que " es la musculatura que participa en el sostén de los órganos, en la función miccional, defecatoria y en estabilidad lumbopélvica".
Cuando hay un disfunción de esos músculos se produce la incontinencia que pueden ser de distintos tipos, “los más frecuentes son por esfuerzo, que es cuanto se tiene una pérdida de orina al toser, estornudar, correr o reírte – que se da mucho en embarazadas-“. Por otro lado, “la incontinencia de urgencia, que es cuando se tiene la necesidad imperiosa de ir al baño y no se llega a tiempo, y la mixta que es la combinación de ambas”.
Cuando se presenta este tipo de inconvenientes, “es cuando intervengo como kinesióloga, siempre que el médico lo indique, con un tratamiento que consiste en la rehabilitación pelviperineal”. Sobre el mismo, Juliana detalla que “consiste en lograr una correcta contracción y ejercitación de estos músculos con el fin de aumentar la fuerza muscular produciendo una disminución de las pérdidas de orina”. Así también “se utiliza electroestimulación y se busca reeducar conductas y prevenir lesiones que afecten la calidad de vida”.
En cuanto a si la rehabilitación de suelo pélvico trata sólo incontinencia de orina, la profesional indicó que “no, incluye también el prolapso, diástasis abdominal, dolor pélvico crónico, síndrome de vejiga hiperactiva y vejiga dolorosa, entre otras”.