Agrandar imagen Depresión, duelo o expectativas muy altas, la otra cara de las fiestas.
Depresión, duelo o expectativas muy altas, la otra cara de las fiestas.
En diálogo con Diario Río Uruguay, Brodsky contextualizó sus palabras aludiendo a que en estos días se intensifica "un mundo de símbolos que nos impone la cultura", tales como esa costumbre de periodizar "usando cierres de año, calendarios y almanaques". Una organización temporal que "pertenece a artificios humanos, donde el tiempo se mide y que nada tiene que ver con la naturaleza".
Dar sentido
Para el psicólogo Brodsky, a estos días con los que se clausura el calendario "le otorgamos y lo cargamos de sentido", trayendo "una ambiguedad de por un lado realizar balances, duelos, nostalgia; y por el otro expectativa, apertura de un nuevo ciclo y de esperanza en el año que arranca".

Advirtiendo que lo peligroso es "cuando ese duelo, por el año que se va y por el ciclo que se cierra, da paso a cosas más extremas como la depresión", puntualizó.
Suicidio
Por último, el psicólogo concordiense que viene estudiando la problemática del suicidio, insistió con la idea de "que los sentimientos de nostalgia son normales, sobre todo por las ausencias y tienen que ver con el registro de este marco temporal y simbólico de las fiestas".

Pero remarcó que, lo socialmente patológico, es cuando "eso se transforma en un desgano absoluto, un dolor profundo y en síntomas propios de la depresión como la pérdida de interés o del autoestima". Si a eso se suman "manifestaciones alusivas al suicidio, en charlas, posteos, cartas de despedida o notas sobre el sinsentido de la vida; es ahí donde tenemos que estar atentos", alertó.

Brodsky aconsejó que cada persona allegada deber estar atemta "a escuchar o estar atento a ese tipo de manifestaciones en nuestro círculo íntimo, ya sea familiar o de nuestros amigos".