El motivo es una conjunción de alzas que se aplicarán a partir de esa jornada, vinculadas al componente impositivo que llevan las naftas y el gasoil, la suba que tuvieron los biocombustibles que llevan esos carburantes y la recomposición de rentabilidad sobre la base de la evolución de la inflación, el tipo de cambio y el precio del petróleo que decidan aplicar las petroleras.
La última suba de combustibles se aplicó a mediados de febrero. A principios de este mes debía impactar la recomposición trimestral de los impuestos ITC e IDC pero se postergó hasta el 12. En promedio inciden en un 2% del precio final.
De la misma forma, la semana pasada se reajustó el valor de los biocombustibles (etanol y biodiesel) pero no se llegó a trasladar al precio en surtidor. Por entonces, fuentes ligadas a las estaciones de servicio, indicaron que todo el reajuste quedaría para aplicarse de una sola vez a partir del 12 de marzo.
Desde las estaciones de servicio estiman que la suba podría alcanzar hasta el 7 por ciento.