Arlettaz destacó que “este miércoles, los camiones tuvieron que esperar, mínimo, 2 o 3 horas para cargar combustible” y “esto trae múltiples problemas, porque no podemos cumplir con los clientes”. Además, valoró que el problema “ya traspasa lo económico, siendo un problema social”.
A modo de ejemplo, Arlettaz mencionó que “para hacer un viaje a Buenos Aires estamos consumiendo entre 350-400 litros de combustible”, pero, actualmente, “nos encontramos con que en las estaciones de servicios nos echan únicamente 50 litros, a lo sumo 100”. Por ese motivo, “tenemos que salir a la ruta y a los 100 kilómetros esperar 2 o 3 horas más para volver a cargar combustible”.
Asimismo, reconoció que el precio del mismo también implica un problema, teniendo en cuenta que “si salimos de las estaciones de servicio de bandera, las llamadas estaciones de servicio de bandera blanca, tienen un precio que no podemos pagar”. Entonces, “tenemos que esperar si o si en las estaciones de bandera para que nos echen”.
Por otro lado, la complicada situación del combustible podría afectar directamente al flujo de mercadería de la provincia, entre otras cosas. “Los estacioneros de servicio también están diciendo que no saben cuánto tiempo van a poder continuar abiertos, porque se les achicó mucho el combustible que tienen para entregar, no venden y no saben cómo van a pagar sus sueldos”, por lo que “está más que preocupante”, puntualizó Arlettaz.
Medidas de fuerza
Finalmente, el representante del sector transportista adelantó que “la idea de tomar medidas de fuerza está muy latente”, dado que “están haciendo asambleas en las distintas ciudades de la provincia”, por lo que “creo que son inminentes”.Al mismo tiempo, recordó que “nosotros tenemos el agravante de que, en septiembre del 2021, tomamos una medida de fuerza que fue levantada por una serie de promesas que, a día de hoy, no se cumplieron”. Debido a esto, “hay un descontento muy grande” entre los transportistas.