Es urgente que todos los estamentos sociales, políticos y económicos de la ciudad, región y provincia, se expidan sobre este nuevo intento de quitar fondos que pertenecen a toda la sociedad; la decisión no es patrimonio de CTM y sus nuevas autoridades, ya que en dicha deuda se encuentran fondos que son destinados a regalías, excedentes y funcionamiento de la represa. Por ende, las partes interesadas deben necesariamente tener voz y voto en semejante decisión, desde el momento en que esos fondos comprometen, obras, pagos y políticas de desarrollo ya comprometidas y tomando en cuenta montos sobre el 100% de lo que se adeuda.
La propuesta del Ejecutivo implica pagar lo adeudado en diciembre y enero mediante el bono y abonarles en efectivo por las deudas de febrero. También fija un cronograma para normalizar los pagos y para llegar en el corto plazo a liquidarlos según marcan los contratos.
La iniciativa generó rechazo por parte de las cámaras sectoriales y algunas firmas de índole privada, incluso analizan la alternativa del camino judicial, dado que aceptar el bono implicaría una quita de más del 50% sobre la suma por las que son acreedores.
Por fuera de lo formal de la propuesta reduccionista, se sabe que Daneri, responsable hoy de la delegación argentina de CTM, se comunicó con el ministro Caputo a fin de reclamar la normalización de lo adeudado, ya que, como lo denunció el gremio SIATRASAG, no hay fondos para el funcionamiento mínimo de la represa y el abono de sueldos del personal en los próximos meses.
La respuesta del ministro, siempre según el propio Daneri, quien transparentó la comunicación en los ámbitos de decisión de la represa, fue que le iba a pagar en bonos con vencimiento en 2038, tras eso, la pregunta caía de cajón: ¿y que hago yo con los bonos? Dijo el presidente de CTM, a lo que escuchó del otro lado: “yo te los compro al 50%”.
La misma propuesta ya había llegado a las distintas generadoras del país. La iniciativa generó rechazo por parte de las cámaras sectoriales y algunas firmas incluso analizan la alternativa del camino judicial, dado que aceptar el bono implicaría una quita de más del 50% sobre la suma por las que son acreedores. Pero también están quienes aceptaron la propuesta de pago con quita, ellas son: YPF, YPF Luz, Albanesi, Pluspetrol y Pan American Energy (PAE). Las tres últimas pueden decidir por sí, ya que son capitales privados, pero en el caso de YPF e YPF Luz, son de carácter público, donde ya son damnificados otros actores, por lo que la decisión es muy cuestionable.
En el mismo sentido se enmarca CTM, los hoy responsables del manejo y decisiones sobre la represa y sus activos y pasivos, no son una atribución circunscripta a ese gerenciamiento, por el contrario, es imprescindible que la decisión sea consensuada y aceptada por todos aquellos que, directa o indirectamente, se pueden ver perjudicados en su accionar, en base a las decisiones que se tomen.
La quita de deuda y con vencimiento en 2038, afecta directamente sobre los fondos por regalías que recibe la provincia, sobre los fondos de excedentes de CAFESG, sobre los gastos de funcionamiento y sueldos en la represa; por ende, la ciudad y la región también verán una quita en fondos que legal e históricamente le corresponden.
El ejecutivo municipal, su concejo deliberante, CAFESG, los ministerios de energía y economía provincial también verán caer abruptamente recursos que ya tienen asignados, sin contar al conjunto de la sociedad de la región que una vez más visibiliza un nuevo saqueo de sus derechos y fondos para su propio bienestar.
El presidente de CTM no puede cargar con semejante responsabilidad, mucho menos sin el aval de los distintos sectores involucrados, es imprescindible que toda esta realidad sea informada, consultada y decidida en conjunto por todos los que de una forma u otra seremos los afectados por lo que se realice, acepte o no de ahora en más.
Los fondos, los activos, las deudas y el funcionamiento de la represa, forman parte indisoluble del conjunto de la región de Salto Grande, no son atribuciones que se limiten a un reducido grupo de gerentes de ocasión y coyuntura, ellos pasan, pero la sociedad siempre estará aquí esperando aun, a décadas de la puesta en marcha de la represa, que la misma cumpla con sus premisas fundacionales, las cuales siguen siendo la gran deuda con la región.