Entre los residuos plásticos multicolores que tapizan el lugar, varios cerdos hociquean su alimento, perros de aspecto triste y moscas zumbonas completan el cuadro.
Varios adultos y algunos gurises remueven la basura, buscando el pequeño tesoro de cartón, plástico o metal que permita sobrevivir un día más.
Los carros cargados con bolsas de material reciclado se cruzan con los que ya vuelven vacíos después de vender lo que recolectaron.
El 40% de los habitantes de nuestra ciudad son niños menores de 14 años y el 60% de ellos viven en condición de pobreza, pobreza extrema o indigencia.
32 años de una misma forma de gestionar, posicionaron a Concordia, otrora la capital económica del litoral, como la segunda ciudad más pobre del país.
El futuro no es lo que viene, es lo que podamos construir juntos como sociedad, pero para ello hay que empezar a cambiar el presente.
Entonces sí, la justicia social, la igualdad de oportunidades, el derecho a un techo digno, a la educación, formaran parte del futuro de estos chicos que dejaran de gambetear el hambre todos los días.
Ese día si podremos decir ¡Feliz día del niño!