Cuando asumí como intendente de La Paz en 2015 nos sucedió algo similar, encontramos un municipio completamente desorganizado y vaciado. Sumado a eso, tuvimos que afrontar una de las inundaciones más grandes de la historia de la provincia. Es en estos contextos de emergencia es donde la gestión debe demostrar creatividad y capacidad para brindar respuestas rápidas a la sociedad.
El gobierno provincial asumió con las arcas del Estado provincial prácticamente vacías. No había plata para obras. No había plata para sueldos. Eso, y agregando el recorte de los fondos nacionales destinados a nuestra provincia, provocó un fuerte recorte de los recursos, que son 30% menos que el año pasado.
La situación económica y social del país es grave y tenemos que actuar en ese sentido. Estoy convencido de que administrar nuestros recursos de forma austera tiene que ser un eje del gobierno y ese es el camino que eligió el gobernador.
Se hizo un fuerte recorte en el gasto público, disminuyendo casi por la mitad los cargos políticos y eliminando de la gestión las prácticas de privilegio que durante las gestiones anteriores estaban naturalizadas: políticos con doble cargo, pensiones vitalicias para ex gobernadores y ex vicegobernadores. Gestionar también es administrar de forma transparente y eficiente los recursos.
Pero la falta de recursos no es falta de gestión. Al contrario, se está gestionando, y mucho. El gobierno anterior dejó un Estado vaciado con la obra pública totalmente paralizada por falta de pagos y con una deuda de más de 20 mil millones de pesos. En respuesta a esa crisis, el gobierno puso en marcha una ley de emergencia en la obra pública, que pone prioridad a las obras más urgentes y repara la deuda con miles de licitadores. Gracias a esa medida, el gobierno va a volver a poner en marcha decenas de obras que la provincia necesita.
Por otro lado, desde el ejecutivo planean llevar a cabo un fuerte plan de alfabetización. En todo el país hay fuertes problemas respecto a la capacidad de lectura y escritura de los más chicos. Según Argentinos por la Educación, hoy el 46% de los chicos en Argentina no entienden lo que leen. Es fundamental que la provincia lleve a cabo planes educativos que den respuesta a esa crisis, porque sin educación no hay futuro posible.
Momentos como estos son claves para poner a Entre Ríos al frente y definir el rumbo de los próximos años. La situación actual no es excusa para la inacción, el entrerriano confió y nos eligió para mejorar su calidad de vida. Estamos frente a un gobierno que entiende perfectamente que la adversidad es el escenario ideal para demostrar su gestión.