Allí, un malviviente ingresó amenazando a los empleados que se quedaran quieto o les iba a “pegar un tiro”, pero no exhibió ningún arma de fuego. Luego, sustrajo tres latas de cerveza de la heladera y se dio a la fuga.
Finalmente, fue interceptado por personal policial en calle Pellegrini y Scattini. El fiscal dispuso su detención y su traslado a la Alcaidía.