
Pero cuando estas personas ingresaron a la casa, sacaron armas de fuego y a fuerza de amenaza obligaron a entregar una cantidad no determinada de dólares y pesos. Según se precisó a Diario Río Uruguay, las víctimas fueron precintadas en sillas del comedor, mientras debían soportar la exigencia de más dinero.
Ante la respuesta que era todo el efectivo que tenían, los maleantes comenzaron a revisar distintos cajones y muebles de la casa, hasta que se retiraron cerrando con llave la casa.
Las primeras acciones de la investigación fueron llevada a cabo por el personal de las divisiones Criminalística e Investigaciones, arrancando con el relevamiento de las cámaras de seguridad que hay en la mencionada zona.