“Yo estaba pescando y no atendí mi celular, pero cuando termino veo que había llamadas de números privados y de mi señora. Me comunico con ella quien estaba muy angustiada y me cuenta que la habían llamado a su teléfono particular y a mi casa logrando hablar con la señora que cuida a mi nene, donde le decían que a mí me habían chocado con una camioneta y que me tenían secuestrado. Allí comenzaron un minutos que se trasformaron en siglos por el grado de angustia”, manifestó el entrevistado.
Ante este contexto, intervino el personal policial de Concordia, al que Bradanini destacó diciendo que “debo felicitar por el accionar del Jefe de Policía, Gustavo Schierloh; del Subjefe de Policía, Carlos Pérez; también de Guillermo Ruibal, porque yo no estaba en Concordia y no había mucho por hacer porque fueron un par de minutos, pero al no estar en la ciudad necesitaba que mi familia estuviera respaldada y ellos respondieron sin dudas y se pusieron a disposición para trasladar a mi mujer a la Comisaría Cuarta”.
“El sistema que usan es muy claro, porque te ocupan el teléfono de tu casa así esa persona no puede comunicarse y de esa manera te tienen preso de vos mismo. Y esta modalidad no es nueva ya estafaron a una mujer aquí en Concordia y hablando con amigos de Buenos Aires, me contaban que allá es muy común. Cosa que indigna porque uno está todo el día tratando de ver cómo hacer una moneda y ellos están pensados en como sacártela”, resumió la víctima.
A pesar de haber concluido felizmente lo vivido, Bradanini remarcó que “lo que más me llama la atención y asusta, es el nivel de información que tenían no solo mía, sino de mi familia; los nombres, los numero telefónicos, los sobrenombres, los datos específicos de nuestros movimientos internos y el de nuestro hogar, tenían todo muy claro, hasta tenían el teléfono celular de la mujer que trabaja en mi casa hace años, cuidado a mi hijo. Pero en definitiva no hay que tenerles miedo, hay que ser más despiertos que ellos”.