Agrandar imagen
El juez de Ejecución Penal del Tribunal Oral Federal de Paraná, Roberto López Arango, respondió al pedido del presidiario. Alfonzo lleva dos años de los diez que expresa la condena impuesta por el mismo tribunal federal.

A través de su defensora, Noelia Quiroga, el condenado realizó el requerimiento y los magistrados corrieron traslado al fiscal general, José Ignacio Candioti, quien se opuso al planteo.

A su vez, el fiscal sostuvo que, según la Ley de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos, para que exprese su opinión, era necesario informar a la víctima de trata acerca del pedido de Alfonzo.

Por cuestiones de seguridad, la víctima se encuentra viviendo en un país de América Latina, en donde trabaja y busca rehacer su vida. Consultada al respecto por el programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral), expresó que “no estoy de acuerdo para nada con que Gustavo Alfonzo haya pedido salida laboral. Me parece una injusticia y no estoy de acuerdo para nada. En este caso no estoy viendo para nada respaldo hacia la víctima. La verdad es que esta situación me molestó y me inquietó mucho, ya que él lleva dos años en la cárcel cumpliendo condena y me parece una injusticia. La verdad es que no me ha gustado esta situación para nada; y me opongo a esta situación. No quiero dejar en manos del Fiscal y del Tribunal y que sepan responder a esta situación y que sepan realmente ver”.

Además, manifestó que quiere “ver el apoyo que tienen hacia mí, quiero que en esta situación me apoyen y, especialmente la justicia, me acompañen”. A Alfonzo “no le creo para nada. No estoy de acuerdo. Creo que él quiere sacar provecho de esta situación, veo como una manipulación de su parte y no me gusta porque en varias oportunidades mintió. Hasta ahora creo que su vida es una mentira” agregó.

Gustavo Alfonzo intentó comunicarse con la víctima luego de que “él cayera preso, intentó comunicarse conmigo y con mi familia a través de unos contactos suyos. Esto pasó en dos o tres oportunidades, en la cual le reporto a mi abogado y él” –su abogado– “pidió un resguardo para mí como víctima y, desde entonces, no me ha molestado más. Además, no estoy para nada de acuerdo en tener una comunicación con él” remarcó.

“Estar fuera de mi país me ha ayudado mucho a enfrentar diferentes situaciones. Estar en otro país no es fácil, porque estamos lejos de nuestra familia, de todo. A veces se necesita de ese apego familiar. Pero bueno, donde hoy estoy es porque Dios ha permitido que esté acá en este lugar. Este exilio me ha ayudado mucho. He tratado de encontrarme mí misma, de sanar heridas que tengo por dentro. Pero después de estos años de la causa, en la actualidad, puedo decir que he salido adelante. Día a día lucho para dejar esta situación atrás, pero sin olvidarme que hay otras personas que están pasando por la misma situación que pasé yo” reflexionó.

En ese marco, agregó: “Espero que algún día todo esto acabe y se termine. Porque realmente quiero que llegue el día y pueda decir ¡puedo vivir en paz!”.

Alfonzo podrá comenzar a realizar algunos trabajos extramuros, acompañado por el servicio de custodia de la penitenciaría y estará autorizado a visitar a su madre enferma, también con custodia penitenciaria, cada 60 días. A pesar de que la víctima, se haya opuesto a tal petición.
Fuente: Análisis Digital

Etiquetas

JUDICIALES