La declaración de Massuh inició con el relato de las tratativas mantenidas en noviembre de 2013 buscando un mejoramiento salarial. Así fue que puntualizó que hubieron varias reuniones en esas semanas y recordó que cuando se hizo cargo de la Jefatura provincial, "el sueldo de la policía estaba equiparado con el sueldo de la administracion pública", considerando que "no son lo mismo, sino totalmente diferentes y hasta con horarios más cómodos en la administración. Es así que me propuse ir elevando los sueldos en los primeros grados sobretodo. Llegamos a acordar un aumento de un 30% de lo que cobrarban. Consideramos que era un aumento que la provincia podía abonar".
Massuh estimó que en paralelo con estas tratativas, "comenzaron las protestas en otras provincias y teníamso peticiones que llegaban desde las Departamentales", aunque fue contundente al reiterar: "Nuestra ley establece una falta grave el reclamo policial".
De este modo, luego de una reunión los primeros días de diciembre, fue que Massuh autorizó a los Jefes Departamentales para que dieran a conocer los montos y porcentajes de los aumentos a su personal. "Inclusive recibieron algunas departamentales las planillas de lo que el gobierno daría a conocer el lunes. Pedí que inclusive cada jefe acudiera a cada comisaría para explicar esto", remarcó el Comisario.
Llegado el fin de semana previo al inicio del amotinamiento y los saqueos, Massuh dijo que desde la cúpula policial "sabíamos que había grupos que hacían reclamos en Concordia. Por lo que reitero y le hago llegar a (Lucio) Villalba que dialogue con las familias" y valoró que Villalba presentaba entre otras cualidades "ser un Jefe con mucho diálogo con su personal y componedor. No solamente es un buen profesional, sino que tenía buena relación con su personal y la ciudadanía".
Durante la tarde del domingo 8, el Subjefe de Provicia, Juan Ramón Rosatelli le advirtió a Massuh sobre la manifestación que tenía lugar en los alrededores de la Plaza 25 de mayo, para luego dar el alerta de que "habían tomado la Jefatura de Concordia. Entonces rápidamente se lo comunico al Ministro de Gobierno, Adán Bahl y nos reunimos. Luego dí la orden de que el Subjefe se traslade a Concordia. En el viaje que hicimos con el ministro llegamos alrededor de la madrugada".
En todo el trayecto desde Paraná hacia la capital del citrus, Massuh afirmó haber intentado en varias oportunidades comunicarse con Villalba y los jefes de las divisiones de la Departamental, pero que le fue imposible. Al arribar a Concordia graficó que se encontró "con una imagen tremenda, donde la gente estaba aterrorizada, las calles estaban cortadas con palos y había barricadas. Nunca había visto una situación así" y consideró que "la psicosis que había en la ciudad era tremenda, por lo que teníamos que dar una respuesta rápida".
Una vez ubicado en la Plaza Urquiza recordó que junto con Bahl se encontraron con Rosatelli. "Allí, el Subcomisario nos informa que era una situación de mucha violencia la que vio en Jefatura y de un descontrol total. Me dijo que no iba a ser bien recibidio y me pidió que no vaya porque corría en riesgo mi vida. Insití en ir a hablar y que se revirtiera la situación, pero el ministro me pidió que no complicáramos la cosa y que no vaya a la Jefatura". Fue entonces donde Massuh se abocó a reclutar personal de diferentes reparticiones de la provincia para que vinieran a prestar funciones a Concordia, entendiendo que "tenía que ver de no resentir el servicio del resto de las otras departamentales y que esto se propagara".
Párrafo seguido detalló que Rosatelli y Bahl fueron a la Jefatura donde tuvieron una reunión con el personal amotinado. Al rato dijo que se volvió a reunir con el ministro y tuvo un breve diálogo. Indicó que Bahl le ratificó que era "imposible hablar y que no lo dejaban expresarse. Hasta me dijo que lo insultaron".
En su estrategia por volver a prestar seguridad en la ciudad, Massuh consideró prioritario establecer las comunicaciones, ya que indicó que "el 101 estaba cortado y las comunicaciones radiales estaban interrumpidas. Por eso ordené que se traiga un camión de exteriores para emergencias. Las brigadas rurales y de seguridad vial fueron las primeras en llegar esa mañana".
"No participé de las reuniones, porque una de las condiciones era que yo no estuviera. Me encargué a organizar el servicio que estaba constituido en Concordia y Paraná, donde también había comentarios de que podía haber saqueos", detalló el Jefe policial, para inmediatamente indicar que luego "permanecí varios días hasta que todo volvió a la normalidad".
Massuh no dudó en afirmar que según su experiencia "se rompió la cadena de mando desde el momento que se toma la Jefatura. Se apoderan de los patrulleros, se cortan las comunicaciones y lesionan a la plana mayor de la Departamental. No existía una cadena de mando". Además insistió en que una de las ódenes que dieron junto a Rosatelli "era que salgan a trabajar, ya que el deber nuestro lo indicaba. Tenían que volver a su deber".
Consultado sobre el rol de llamados, que hubiera obligado a que muchos agentes de franco o licencia se presentaran a prestar funciones, el Jefe provincial sostuvo: "El rol de llamados es imposible aplicarlo cuando se rompe la cadena de mando. El rol de llamado está pensado para cuando hay catátrofes extra policías, es decir catástrofes naturales. Había quedado descabezado el mando y ese rol de llamados no se podía aplicar". Al mismo tiempo que amplió afirmando: "Acá se quebrantó el sistema. Estaban todos los eslabones de mando cortados.Estaba tomado el edificio y las comunicaciones. Era una situación totalmente irregular, por lo que era imposible aplicar los protocolos. Se les reiteró de que depongan y salgan a trabajar, según me dijo el Subjefe y el ministro".
Massuh dijo conocer que existían algunas comisarías que estaban trabajando, pero que otras directamente no. Y especificó que consideraba que fue una toma lo vivido durante más de 24 horas, "porque esto es la permanencia del edificio de la policía que tiene la misión de garantizar la vida y los bienes de las personas, no es cualquier otro edificio".
Sobre el final también ratificó que no se evaluó el ingreso de grupos especiales de la fuerza a la Jefatura para lograr que volviera a estar operable, "ya que lo que menos quería era tener heridos y siempre busqué el diálogo. Jamás emplearía la violencia y menos con mis propios hombres".