En diálogo con LT15 este jueves por la mañana el fiscal entendió que lo que pasó en la audiencia Nº 40 de ayer miércoles "es una cuestión técnica, donde los defensores dicen que la fiscalía debe agotar las pruebas y luego vendrían sus pruebas. Los defensores se han unido en esta situación y no quieren arrancar hasta que la fiscalia no culmine con sus pruebas". En ese contexto fue que los abogados desistieron del testimonio de Urribarri y la única parte que insistió en tenerlo fue la fiscalia.

"Esta situación ha puesto al tribunal en una impronta donde debe, al no poder avanzar ya que no tenemos la forma en que el gobernador lo va a hacer, estando en casación, se puede suspender el juicio por un lapso máximo de 10 días para que se resuelva esta cuestión", puntualizó Guerrero, ampliando que el tribunal dispuso que sea en 7 días, "porque si se pasa de los 10 días, se puede declarar la nulidad del juicio. Es propio hacerlo por 7 días y no más de eso, para tratar de resolver esta cuestión en Casación". 

Párrafo seguido hizo énfasis en que desde la fiscalia "de ninguna manera va a permitir la nulidad del juicio" y ratificó que "va a continuar de cualquier manera", argumentando que desde la parte acusatoria consideran "que con las testimoniales que tenemos hasta el momento, del ministro Bahl, del Jefe de Policía de Provincia, de los Jefes Departamentales, del intendente Bordet y del Viceintendente Casañas, está acreditada la teoría del caso. Faltaría la del gobernador que por supuesto sería importante, pero ya tenemos plenamente acreditada la forma en que ocurrieron los hechos". A entender del fiscal, inclusive testigos aportados por los defensores como Niez o D' Ambrós se ha podido incorporar elementos que abonan su teoría de sedición, peculado de bienes, privación ilegítima de la libertad, entre otros.

"Estamos en una impronta a definir en estos días, pero de cualquier manera el juicio va a seguir y vamos a llegar a una acusación y condena de parte de los jueces, porque creemos que corresponde", insistió Guerreo, aclarando que la desistencia por parte de Urribarri a la videoconferencia fue según se aclaró en un escrito por un problema de agenda, "yo nunca mantuve una charla con el gobernador". 

"Nosotros tenemos un juicio bien encaminado. Hay que recordar que éste ha sido un juicio muy dificil, ya que fue muy dificil para los funcionarios policiales que declararon, hacerlo contra sus propios compañeros", especificó, añadiendo que en este proceso penal "hubo que declarar contra muchos colegas", por lo que pidió "ponerse en esa situación. Ha sido muy dificil conseguir los testigos y sin embargo han sido muy claros y se han jugado y hay que valorar esta situación". 

"Es una situación muy compleja, donde los concordienses no nos debemos olvidar de lo que vivimos esos días, y si hay responsables que sean sancionados", argumentó el fiscal. 

Sobre las penas que pedirá en el alegato final fue claro al indicar que las mismas "varían y hay que analizar los roles de cada uno. Partimos de la base de que esto no fue casual y fue preparado, premeditado. Cada uno cumplió un rol preponderante. Del análisis de la culpabilidad de cada uno, seguramente van a ser los pedidos de penas, pero lo importante es que esto no se vuelva a repetir", y concluyó señalando que la comunidad "debe tener un fallo ejemplar porque lamentablemente se han perdido vidas como consecuencia de esta situación, con cuantiosos daños materiales. Nos olvidamos fácilmente y esto no puede volver a ocurrir".