Es que, lo sindicaron como el autor de un ilícito en otro local similar. Luego, se disponía a salir como si nada, fue interceptado por los mismos clientes y en una forma sumisa, se entregó.
Dejó su mochila en el mostrador y entregó un celular que era propiedad de una mujer que lo había dejado cargando. Todo terminó con la policía en el gimnasio y el malviviente aprehendido por el SUPUESTO DELITO DE HURTO EN GRADO DE TENTATIVA EN FLAGRANCIA.