El autor del hecho, Carlos Passarella, a los pocos minutos de cometer el femicidio, tomó la determinación de quitarse la vida dentro de un auto Ford Fiesta que estacionó frente a la puerta de ingreso del Club Hípico, sobre avenida Eva Perón.
“La víctima no tenía una relación de pareja ni sentimental por lo que hemos averiguado hasta el momento, sino que tenía un vinculo laboral con el autor del hecho”, contó al respecto el fiscal Mario Guerrero, quien junto al Dr. José Arias, el Dr. Mauro Jaume y las autoridades policiales, se habían hecho presentes en el lugar del crimen.
En declaraciones a Diario Río Uruguay, el funcionario judicial indicó que “de acuerdo a los testimonios que hemos recepcionado hasta ahora, es que había una obsesión de esta persona con la chica”. Agregando que el autor del crimen “no tenía antecedentes y tampoco recaía sobre él alguna denuncia por parte de la víctima”.
Consultado sobre cómo se vivieron los momentos previos al hecho, Guerrero relató que “la chica estaba su casa y llega esta persona que estaciona el auto en la vereda a esperarla”, y cuando ella baja a acompañar a una amiga, esta persona le efectúa los disparos”. Luego, “él hizo dos cuadras en su vehículo y se suicidó”.
Para el fiscal, el asesino de Valeria Leocino, “tenía planificado el crimen”, además “dejó una carta dando ciertas explicaciones a lo inexplicable”, es decir que “no fue un acto del momento sino que lo venía pensando y tampoco hubo amenazas previas”.
En relación al arma de fuego 9 mm que utilizó Passarellla para ejecutar a la víctima, el Dr. Guerrero dijo que “el arma estaba registrada a su nombre y la había comprado hace poco tiempo”.