A la llegada de los Bomberos Voluntarios y funcionarios policiales pudieron constatar que el conductor había sido despedido del interior del automóvil y tenía una lesión frontal en el rostro. Los restantes ocupantes del automóvil solamente sufrieron lesiones leves.
Las primeras investigaciones a fin de reconstruir las causas del siniestro dan cuenta de “un fuerte ruido en el neumático trasero izquierdo” lo que provocó la pérdida del control del vehículo y su posterior colisión con el guardarraíl.