Cuando estuvo cercado, desde el interior de una precaria vivienda, el involucrado, de 36 años, insultó a los uniformados, los amenazó e hizo varios disparos con un revolver que tenía en su poder. Los uniformados respondieron con sus armas reglamentarias, pero cuando cuando la balacer cesó, se pudo confirmar que el hombre buscado se había autoinfligido los disparos por lo que terminó falleciendo en el hospital al que fue trasladado.
Sin embargo, faltaba la confirmación tras los estudios de rigor.
Detalles
Diario Río Uruguay pudo confirmar que la persona fallecida fue identificada como Jorge Arturo Rivero, quién presentaba al menos disparos en la cabeza, de calibre 22, según confirmó el forense.Fuentes relacionadas a la investigación, comentaron a este medio que de las pruebas de dermotest, dos policías dieron positivos. Esta técnica consiste en levantar los residuos de los disparos de un arma de fuego. Pero se aclaró que la víctima no tenía heridas de arma de fuego que sean de las armas de los uniformados.
Los uniformados reconocieron que el escuchar las detonaciones sacaron sus armas y hacen disparos. Pero, el cuerpo ni siquiera fue alcanzado por ninguna bala calibre 9 milímetros.
Por otro lado, se pudo establecer que el revólver utilizado por la víctima estaba al lado del cuerpo y la prueba de dermotest le dio positivo en su mano derecha. Mismo perfil en el que presentaba las heridas mortales en zona de la cabeza.
Además, coinciden los testimonios de vecinos y de los propios funcionarios policiales sobre cómo fue que se escuchó la secuencia de disparos. Incluso se mencionó que, para llevar transparencia a la investigación, se requirió que algunas de las pericias la hicieran efectivos de otra fuerza.