Al mando del rodado viajaba Rodolfo Esperoni de 37 años, que iba acompañado por su hija de 3 años. De milagro el automóvil no volcó, porque según dijeron las autoridades, el vehículo chocó el guardarrail, quedó unos segundos casi detenido pero enseguida comenzó a deslizarse lentamente de frente hasta terminar en el fondo de la banquina.
“Yo iba saliendo por avenida Frondizi en dirección sur, cuando de pronto veo que el auto rojo que venía detrás mío frena porque yo sentí la frenada, se le va para el carril contrario, volantea para mi lado, me sobrepasa y golpea contra el guardabarros delantero de mi Suran, y ahí enfila derecho para la barranca y se fue para abajo. Hasta el lugar donde quedó el auto hay más de 20 metros”, relató Gonzalo, el conductor del otro auto involucrado en el accidente.
En ese mismo sentido, el sorprendido automovilista comentó que “yo paré enseguida y fui a ver cómo estaba el muchacho que manejaba, por suerte él estaba bien y su hija estaba atada a la sillita. Después, llamé enseguida a la policía para avisar lo que había pasado”.
Asimismo, agregó que “por suerte el auto no se volcó cuando se fue por la bajada porque la pendiente debe tener más de 7 metros. Luego de chocar el guardarraíl el auto quedó estático pero después lentamente se fue para abajo y terminó en el descampado”.