Esta sería la misma moto que, en una acción que podría configurar como un intento de entorpecer la investigación, el imputado vendió antes de irse a un viaje hasta la frontera con Paraguay, donde permaneció unos días hasta que regresó. Ese retorno coincidió con la denuncia que comenzó a hacer pública la familia de la víctima.
Desde la investigación del hecho se presume que Benítez se fue a Paraguay y volvió a la ciudad con la idea de que la situación no iba a trascender o que ya no se buscaría el paradero de Luisina.