-Lo conozco desde hace mucho tiempo y sentí la responsabilidad de brindarle toda la información durante la transición y también la experiencia de mis ocho años como intendente. Vengo de una carrera política, lo tuve a mi padre como guía en su momento, me daba consejos. En ese sentido, trabajé con él en la transición y eso generó una muy buena relación. Vi en él una muy buena recepción y tengo mi teoría de que a él lo votó gran parte del peronismo, y también que para gobernar Concordia hay que tener una agenda amplia. Encontré en Francisco una persona que no es anti, no busca generar grietas, quiere construir consenso y es fácil poder colaborar.
-Él sostuvo que su Pacto de Julio y las conversaciones entre ustedes son un acuerdo que excede lo político, que no es electoral. ¿Hay un acuerdo electoral entre el peronismo que usted representa y su radicalismo?
-Nunca hablamos de eso. Siempre de gestión y de mi parte con la mayor buena fe. Soy siempre sincero con él y no soy egoísta en negarle información o lo que sea que me consulte. Lo demás, es todo especulación. Hay políticas públicas que consideramos que había que mantenerlas, siempre fui luchador por eso. Él entendió y tomó las cosas buenas de nuestra gestión.
-Usted dice que Azcué no es anti nada, pero durante su campaña y al inicio de su gestión fue muy duro y crítico con las condiciones en que encontró el Municipio que heredó. Fue una campaña anticrestista. ¿Qué cambió para que ahora vea que las cosas no eran tan así?
-Se chocó con la realidad, a mí me pasó lo mismo. Al principio cuestionás cosas de la gestión anterior y después te das cuenta de que por algo eran así. Lo importante es no solo la personalidad de uno sino rodearse de gente que sea como uno. No sirve rodearse de gente que genere odio, que sean anti, sino buscar gente que esté en la misma sintonía, que sea construir. Veo que después de un tiempo él está más afianzado, que está con el timón él, empieza a marcar su propia agenda, no la de otros.
-¿Este nuevo rumbo de la gestión con usted como consejero no le incide a él en su capital político?
Él habla conmigo como habla con 50 personas por día. La diferencia es que había un sector antes que no le caía bien que -dialogue conmigo, gente que le vetaba diálogos. Y lo nuestro siempre fue de gestión, nunca de rosca. Había otros que estaban seguro rosqueando o buscando algún beneficio y lo nuestro es netamente de cómo podemos beneficiar a Concordia, porque vivo acá, mi familia toda vive acá, nuestras empresas están acá.
El gobierno de Rogelio Frigerio
-¿Este acuerdo se extiende también al gobierno de Rogelio Frigerio?-La relación con Frigerio es de larga data, de cuando era ministro del Interior y nos dio una mano enorme. Ahora es goberndor, yo soy oposición y represento al peronismo con sus tres banderas: justa, libre y soberana. En ese sentido, pienso que tiene que lograr que la provincia salga adelante, que haga buenos negocios para el Estado, que es lo que hizo Perón. Frigerio tiene la posibilidad de plantarse y hacer buenos negocios para la provincia, de sentarse con los que antes hicieron negocios con la provincia y traerlos de este lado del mostrador. Patear el tablero significa cortar con tantos beneficios y que se beneficie la provincia. Él tiene esa oportunidad histórica. Hay un contexto nacional que es muy volátil. Yo como diputado provincial si toma ese rumbo lo voy a acompañar, si no, no.
-¿Hay algún cuestionamiento concreto a la gestión Frigerio? ¿Qué opina de su apoyo a Milei?
-Es difícil sin plata, con todo frenado. Es obvio que el análisis excede a Frigerio. Sí creo que hay que avanzar en cuestiones que no se habían avanzado antes, como la Caja de Jubilaciones. Metió la demanda contra Nación por la deuda de Anses y energía, era necesario hacer eso, nosotros no lo hicimos por mantener relación. Muchas veces dimos mucho por Nación a cambio de nada. En Buenos Aires hay un centralismo que excede la ideología. Todo queda en AMBA y lo que sobra se manda al interior y cuando insinuás que algo quede establecido por ley como política de estado te sacan a los bolsazos.
Alfredo Francolini, funcionario de Juntos por Entre Ríos
-Estuvo en primera fila de la asunción de Francolini como funcionario de Frigerio. Llamó la atención su presencia, ¿por qué fue?-Me invitó Troncoso -N de la R: Manuel, ministro de Gobierno y Trabajo-, y me invitó Bagnat – N de la R: Gastón, titular de la Caja de Jubilaciones-. Son las dos personas con las que estoy hablando continuamente, para solucionar cosas. Fui porque con Alfredo la relación, desde lo humano, está excelente. Es una muy buena persona, que la cuestión política va por otro lado y todos tenemos aciertos y errores, como yo, que seguro tuve más errores que aciertos, pero eso no frena la relación de amistad que tenemos entre las familias.
-¿Qué opina de su asunción en el gobierno de Juntos?
-Es personal, la respeto. No soy de repudiar decisiones de los otros, es difícil estar en los zapatos de otros. Si aprovecha ese lugar para ayudar a muchos con trámites jubilatorios, en buena hora.
Gustavo Bordet y la necesidad del fin de la autocrítica
-En las últimas apariciones públicas fue muy crítico, una vez más, con el exgobernador Bordet. ¿Por qué?-Yo dije algo, él dijo algo, y ya está.
-En una entrevista sugirió que usted no podría caminar tranquilo por Concordia…
-No creo que lo haya dicho por mí. Si hay algo que nos caracteriza a los Cresto es que caminamos por la ciudad, y es cierto que me cuesta, porque la gente se me acerca y me saluda. Si estuviéramos en esta nota en un café no podríamos hacerla porque vendría todo el mundo a saludar. Llevo a mi hijo a la escuela, vengo a la metalúrgica, voy al gimnasio, al club. Mi vida familiar está acá.
-¿Y qué hay en el fondo que los diferencia tanto? ¿Qué agua divisoria hay?
-Somos el agua y el aceite en la forma de construir. Cuando te digo que nos cuesta caminar es porque la gente nos ve como resolución de problemas, así hacemos política. Pero no quiero hacer más enfoque en la autocrítica, porque vamos a seguir divididos, y tenemos que mirar para adelante y sumar a todos, y Bordet tiene que estar sentado en la mesa con todos, y entre todos y todas, parar la pelota y empezar a plantear una estrategia de cómo el peronismo empieza a reconstruirse. Más que nada a nivel nacional, tenemos que estar posicionados porque no veo un rumbo, todos queremos que le vaya bien a Milei, pero hasta ahora no hay un indicio bueno, entonces seguramente más temprano que tarde nos tengamos que hacer cargo a nivel nacional….
El resurgimiento del peronismo
-¿El peronismo tiene posibilidades de volver a gobernar?-Sí, el peronismo siempre está. Si mirás los números de la Argentina, por más que la sigan demonizando a Cristina, desde el 2003 al 2013 hubo diez años de mucho crecimiento.
-¿Ve un emergente que pueda liderar ese retorno?
-Tiene que haber una renovación, pero creo que la figura de Cristina es determinante todavía. Ella en el armado va a tener mucho que ver.
-¿Y en la provincia?
-Tenemos que estar todos en la mesa. Concordia tiene que estar unida en ese sentido, todas las expresiones del peronismo: Bordet, la conducción del PJ, los concejales, los intendentes sub-40 que ven con mucha preocupación lo que está pasando y necesitan que nos rearmemos. El peronismo oficialista en Entre Ríos funcionó en otra época, hasta que dejó de funcionar. Ahora hay que hacer una mesa más amplia, porque esa mesa representó al 15% y yo nunca estuve en esa mesa. Como en el deporte, presión de Selección. Más amplia la mesa, más consenso.
-¿Volvería a ser candidato?
-Sí, por supuesto.
-¿El año que viene?
-No. Hoy estoy como legislador, trabajando con el bloque, atendiendo asuntos personales y privados y marcando una agenda como oposición. También el bloque sufre esta falta de organización del peronismo y el partido con problemas económicos, que quedó muy grande la estructura por la reducción de los aportes. El primer paso 2025 nos tiene que encontrar con nuestros mejores hombres y mujeres porque será difícil. Si las legislativas fueran mañana, ganan los libertarios.