El legislador nacional estuvo acompañado por el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, y la intervención se realizó en el marco de una reforma en el sistema de salud que impulsa Cristina Kirchner.
“Fue una ciudad que recibió a muchos compañeros y compañeras en el 2016, en un gran plenario cuando no nos querían ni recibían en muchos lugares, el compañero Piaggio nos recibió”, valoró Kirchner.
Además, Máximo ponderó a Piaggio al resaltar que es un político con “previsibilidad”, y que “eso es importante para el ciudadano, te vote o no te vote, porque sabrá que hará el candidato si accede al gobierno”.
También marcó la importancia de la prohibición contra los agroquímicos en Gualeguaychú, y postuló que “cuando defendemos una política pública, pareciera que buscamos suprimir la existente. No es así, se trata de complementarla, se trata de sumar, de que haya más variables. Cuando se plantea una integración del sistema de salud, se plantea la necesidad de mejorarlo. La pandemia demostró que es necesario integrar los sistemas de salud” indicó, adentrándose en la temática principal del encuentro.
Kirchner sostuvo que “la integración no solo pasa por económico, sino también por lo pragmático. Quienes hemos vivido en el interior del país a miles y miles de kilómetros de ciudad de Buenos Aires sabemos muy bien de las privaciones sanitarias. Estas discusiones que muchas veces terminan desvirtuadas anulan la posibilidad de discutir qué país queremos y terminamos discutiendo frases sacadas de contexto de un lado o del otro, en vez de discutir políticas públicas”.
“Siempre que discutimos presupuestos aparece la palabra gasto. Hay que reducir el gasto de salud, hay que reducir el gasto de educación o seguridad. La verdad, esto no es gasto, es inversión”, aseveró el diputado nacional.
Finalmente, el cierre de su discurso fue dedicado de lleno a la militancia: “Creo que si le ponemos garra, cabeza, y mucho corazón podemos sacar el país adelante... porque creo que muchas de las cosas que faltan, son eso. No hay que usar la palabra empatía como si fuera un slogan, sino como como lealtad. A la empatía hay que creerla, sentirla, practicarla, esto es muy necesario”, dijo.
Y agregó: “porque realmente, a cada uno y cada una nos da tristeza tener el país como lo tenemos, más cuando supimos, entre 2003 y 2015, que se podía”.
Encuentro de salud
Luego enfatizó, en un guiño irónico al slogan de Juntos por el Cambio, que “los argentinos vimos y pudimos recuperar los sueños y la esperanza, y salir del lugar donde nos habían quebrado la autoestima, a fines de los 90. La argentina sí puede. Y no me molesta decir: sí, puede. No voy a dejar que nos roben más las palabras. El cambio somos nosotros, los que podemos somos nosotros y nosotras. Siempre lo hemos hecho, compañeros y compañeras. Basta de ir para atrás”, lanzó.Y terminó, elevando el tono de voz: “Démonos la oportunidad de volver a soñar, terminemos con los imposibles. No importan los nombres y los apellidos, sino las ganas que tenga el pueblo de volver a tener una patria libre, justa y soberana”, cerró.