La líder de la CC le indicó que el fallecido Fiscal Federal Jorge Di Lello tenía abierta una causa por amenazas que había sufrido, por lo que Roncaglia le planteó para atender el requerimiento: “Dígale que (Di Lello) libre un oficio y le pongo custodia. Al día siguiente recibo en Jefatura el oficio que me ordena que le ponga protección en Exaltación de la Cruz, dentro del complejo privado”.
Más adelante remarcó que el barrio tenía también custodia privada durante todo el día. Y que Carrió estaba también custodiada la Policía de la Ciudad, por lo que la presencia de la Federal “redobló” la protección sobre la entonces legisladora. Además, señaló que actuó por disposición de un Fiscal Federal. “Ella no ordenó nada”, refutó.
Ante la orden judicial, Roncaglia dispuso por razones de jurisdicción que dos patrulleros de la PFA, uno de la delegación Campana y otro de San Isidro, se instalen cerca de la casa de Carrió “para cuidarla de una supuesta amenaza”. Las unidades estuvieron ahí durante las 24 horas unos 15 días.
Suspicacia
El ex comisario también comentó la suspicacia que había lanzado la líder de la CC acerca de que “casualmente” un patrullero era de la delegación San Isidro, donde ella había presentado denuncias por narcotráfico..“¿Qué tiene que ver eso con la Justicia Federal? La gente que está presa en San Isidro la metimos presa nosotros y no porque una ex diputada estuvo declarando que había narcos. Nosotros hicimos las investigaciones ¿Quién está preso por las denuncias que hizo esta mujer?”, cuestionó.
Luego de dos semanas de vigilancia, narró Roncaglia, una persona que observó los patrulleros “sacó fotos y las subió a Twitter diciendo que no podía ser que la PFA esté cuidando dentro de un barrio privado la casa particular de una diputada nacional, siendo que afuera los roban”.
Este escándalo en redes sociales motivó una nueva comunicación de Carrió con Roncaglia. “Me llamó urgente para que le levante la custodia. «Pasó un tiempo y está todo bien», me dijo. Yo le respondí que la vigilancia la ordenó un Fiscal por lo que el mismo funcionario judicial debía pedir el levantamiento. Al otro día recibo el oficio” de Di Lello cancelando la medida.
“Ese fue el episodio”, señaló. Durante el lapso que duró “nadie espió a nadie. No sé porqué se largó a decir esto, la verdad es que para mí es una fantasía. La (ex) ministra (de Seguridad, Patricia) Bullrich no tuvo nada que ver. Simplemente le informé que estábamos custodiando a la diputada porque la Policía Federal cuida todo lo que hace al giro nacional del país”, precisó.
Por otro lado, apeló al absurdo para negar las acusaciones de Carrió: “Yo no soy tan estúpido para espiar a alguien con un patrullero. Yo también trabajé en inteligencia criminal y no se espía con un patrullero parado en la puerta”. “Aparte ¿Por qué se la espiaría a la ex diputada?”, se preguntó.
Ritondo, Frigerio y la interna de Juntos por el Cambio
Roncaglia señaló que, dado que el domicilio de Carrió está en jurisdicción de la Provincia de Buenos Aires, podría haber requerido protección de la Policía bonaerense pero “ella no confiaba en la bonaerense ni en (el entonces ministro de Seguridad Cristian) Ritondo”.
Luego, reiteró que cualquier legislador nacional, al igual que los integrantes del Poder Ejecutivo y Judicial de la Nación, debe ser custodiado por un órgano federal.
Interna de Juntos
El ex jefe de la PFA indicó: “El ambiente político no me interesa. No me voy a discutir ni a pelear con nadie. Sé que la ex diputada emitió opiniones que a mí no me importan ni me corresponde hablar sobre ellas. A lo mejor viene de la mano de que estoy asesorando a Frigerio”“Estoy trabajando con Frigerio. Es verdad. No lo voy a ocultar. Soy entrerriano de Chajarí. Tengo 40 años de experiencia en la policía. Fuí Jefe de la División Narcotráfico y nunca tuve un inconveniente. Trabajé durante los cuatro años de la presidencia de (Mauricio) Macri y pegado a Bullrich. Me retiré y tengo todo el derecho de hacer lo que quiera con mi vida. Nadie me puede mandar ni negar a hacer algo que no quiero”, reflexionó.
Roncaglia apuntó que su interés personal hoy por hoy pasa por “asesorar a un funcionario que tiene ganas de transformar la provincia. Fue una invitación a trabajar en su proyecto y me sumé. Cada cual cumple un rol y una función. Si estoy en un nuevo proyecto ¿qué tiene que ver lo anterior y decir mentiras? Porque es así. Lo que dijo (Carrió) es una mentira absoluta”, resaltó.
“Esto no es un mal trago para mí. Me molesta cuando se dicen cosas que no corresponden. Si es verdad, me defenderé como sea. Pero esto es mentira. Es entrar a un mundo de fantasías y de «persecutas». Si hice algo mal, pongo la cara y digo «me equivoqué» y asumo la responsabilidad. Pero no me gusta hacerme cargo de cosas que no fueron”, concluyó.
