Tal como se especulaba, la flexibilización de las medidas sanitarias y la eliminación de las restricciones repercutió en un aluvión de ciudadanos uruguayos que -en masa- se volcaron hacia el paso fronterizo sobre el puente de la represa Salto Grande.

Los propios ciudadanos uruguayos señalaban a través de las redes sociales que, además de las colas que se formaron en el control de aduana, sobre la propia ruta los automóviles se enfilaban por varios kilómetros.
De acuerdo a lo que pudo consultar un cronista de Diario Río Uruguay, el personal del paso migratorio coincidía en que no había antecedentes de una aglomeración similar. “Esto no se vio ni en cuando había días de mucho tránsito”, aseveraron.
Otra de las cosas que se podía ver en el lugar, fue que, aprovechando la cantidad de visitantes que ingresaba a la ciudad, la Corporación para el Desarrollo de Salto Grande (CODESAL) montó un puesto de promoción de las atracciones en la zona del lago de Salto Grande.