La situación desesperante fue advertida por uno de los empleados de la estación de servicio. "Él estaba a una cierta distancia y corrió rápidamente a tomar el matafuego más cercano para poder combatir" el fuego.
Según contó el encargado, "cuando se abrió el capot, la toma de aire hizo que el incendio sea mayor todavía" pero -afortunadamente - "este tipo, Sebastián, que es el playero que actuó, pudo hacerlo en forma muy rápida mientras el conductor del vehículo pudo sacar a la nena que había quedado adentro".
Peligro
Ruíz detalló que pudo ser una tragedia mucho mayor, teniendo en cuenta "la cercanía del auto con el surtidor, con el lugar de despacho, que es un ambiente de muchos gases".A su entender, en estos casos es clave "actuar con rapidez pero el personal está preparado para eso, recibiendo charlas y cursos, inclusive se hacen simulacros".
Sin embargo, diferenció eso con la realidad porque "los simulacros se hacen en una forma controlada, en un ambiente tranquilo". El tema es actuar "cuando realmente ocurre pero afortunadamente se actuó bien, rápido y esto hizo de que se pudiera controlar en forma rápida", añadió.
Agradecimientos
Por último, el encargado contó que el damnificado "agradeció la rápida atención porque si no podía haber perdido el vehículo, aparte de otros daños que podía haber provocado la explosión".En ese sentido, puntualizó que "lamentablemente no pudo hacer uso de su vehículo hasta que consiguiere un mecánico que lo pudiera asistir".
Ruíz recordó que hechos similares "han pasado en otras ocasiones" pero "nunca pasó como en esta oportunidad que fue al lado de un surtidor donde el peligro es mayor".
Generalmente, acotó, "ha pasado en otros ámbitos de la playa donde no deja de ser tampoco un peligro pero está un poco más alejado de dónde ocurrió esta situación".