De esta manera, precisó que “ahora bajamos a 40 tarjetas diarias porque, estadísticamente, Concordia está repartiendo hoy la misma cantidad de tarjetas que cuando la SUBE llegó a la ciudad”.
Reventa y estafas
Por otro lado, Rouger comentó que “hemos descubierto que las tarjetas, al ser entregadas en forma personal, se están vendiendo y, automáticamente, quedan anuladas”. Es por eso que también “nos pidieron por favor restringir la repartida de tarjetas que estamos haciendo”.“Creeríamos que, hoy, todos los usuarios de Concordia tienen tarjeta, pero como ya hemos descubierto que hay gente que ha sacado 6 o 7 tarjetas, ahora estamos pidiendo también la denuncia policial ante la pérdida o el extravío”, subrayó.
Finalmente, reconoció que “hemos tenido denuncias porque la tarjeta no les funciona”, motivo por el que “descubrimos que la tarjeta ha sido revendida”, porque “la tarjeta que se vende, automáticamente queda inutilizada al momento en el que el vendedor saca otra”.