Lo más importante para los cuerpos técnicos pasó por el funcionamiento que mostraron los equipos de cara a inicio del certamen. También sirve para que los jugadores vayan tomando ritmo de partidos, midiendo su rendimiento según sus antecedentes y evaluando las condiciones físicas en las que llegaron para unirse al plantel.
El elenco de Concordia fue más que Echagüe en todos los aspectos estadísticos del juego, tomando ventajas al promediar el primer cuarto luego de un inicio parejo y terminar estirando las diferencias hasta superar holgadamente los 25 puntos hacia el final del tercer capítulo.
Estudiantes demostró ser un elenco sólido en sus fundamentos y paciente en lo que respecta a sus decisiones, sabe a lo que quiere jugar y lo expone de la mejor manera. Es un conjunto dinámico y solidario a la hora de atacar y concentrado para defender, que facturó una a una todas las ventajas que le otorgó Echagüe, que mostró cierta ingenuidad para cerrar algunas ofensivas y se lo vio estático para capturar los rebotes.
Además, el “Verde” posee muchas variantes de ataque y un poder de gol envidiable desde el perímetro (en la noche del viernes concretó 15 triples) y no tiene un goleador con chapa exclusivo, sino que varios de sus hombres pueden tranquilamente anotar y desde larga distancia. Los juveniles que ingresaron lo hicieron de la mejor manera, uniéndose a la química del grupo y participando del juego con confianza y determinación.
Es importante destacar que la rotación que implementó el villaguayense Elizalde no afectó en nada al funcionamiento del equipo, sino que inclusive en algunos casos lo potenció. Los más destacados en el elenco de Concordia fueron Matías Alluchón y Martín Bonja. Alluchón, oriundo de San Nicolás (Pcia. Bs As), llegó a Estudiantes siendo muy joven, es uno de los sobrevivientes del plantel anterior y hace 4 años está en el club, muy asentado en primera, asombrando con sus fintas, capacidad de conducción y juego vertical.
Mientras que el correntino de Mercedes, Martín Bonja, le mostró su poder de fuego a los espectadores de Villaguay y confirmó que los dos puntos de una bandeja pueden convertirse de manera artesanal o espectacular, al sacudir al estadio con cuatro tremendas volcadas.
Otro de los datos destacados de la jornada fue sin dudas la presencia en el plantel del joven norteamericano Nana Oyensu (oriundo de Chicago), que significó un imán para chicos y grandes, ya que apenas terminado el juego una numerosa cantidad de aficionados le solicitó la posibilidad de sacarse una foto.
También fueron muy valiosos los aportes de Álvaro Yarza, Agustín Mas Delfino, Alejo Britos y Álvaro Chervo. Por el lado del elenco paranaense, cada vez que la pelota pasó por las manos de Gerónimo Rosso, Rodrigo Riquelme o Lisandro Caraballo (ex Ferro de San Salvador) se clarificó el panorama, mientras que Alan Moreno desde el perímetro y Mauro Cerone en la llave, se las ingeniaron para anotar y darle oxígeno a su equipo.
El tablero electrónico final indicó 95-70 favorable a Estudiantes. Llegó el momento del saludo entre jugadores e integrantes del cuerpo técnico y el aplauso que bajó desde todos los rincones del estadio para reconocer y agradecer el espectáculo que se brindó.