En declaraciones a Diario Río Uruguay, el concordiense Carlos Spinelli -rebautizado por sus amigos como "Carlota"- contó que fue durante el sábado por la noche cuando “estaba en mi casa mirando el noticiero y era desesperante la situación de la gente y los campos acá en Corrientes. Por eso decidí voluntariamente venir a ayudar. Agarre mi auto, dos mudas de ropa, el equipo de mate y me vine”.

Spinelli fue sincero y admitió que “no tengo nada de conocimiento sobre incendios, todo fue aprendido acá y en el momento con la ayuda de los bomberos”, afirmando que “si uno quiere no es difícil, solo es cuestión de prestar atención y ser responsable”.
El viaje
Siguiendo con su relato, contó que en el cruce de Cuatro Bocas "encontré un grupo de Bomberos Voluntario de la provincia de Córdoba, de Las Varillas, que estaban esperando que le informen donde tenían que ir".
Como no recibían indicaciones, decidieron ir “a la ciudad más cercana, que era Curuzú Cuatía, donde había focos de incendios rurales y no tenían el equipo suficiente, así que nos vinimos voluntariamente a prestar apoyo al cuartel de bomberos de Curuzú”.

Actualmente, Spinelli se encuentra “parando aquí en el cuartel, donde nos dan provisiones de comida, agua y no nos hace falta nada. El trato y la amabilidad es mejor que en nuestras casas, es increíble”.
Los incendios
En el transcurso de este jueves, el concordiense presta colaboración para sofocar el fuego en la zona de Perugorria. “Estamos en un lugar que se llama campo El Oscuro, "un lugar de miles de hectáreas, donde de 70 mil ya se habrán quemado 50 mil hectáreas, muy grande realmente el incendio, es un infierno esto”, detalló.

En el lugar, trabajan “varias dotaciones de bomberos, porque no se puede contener el incendio, que está en una zona a 90 kilómetros hacia el norte de Curuzú”, precisó.

El concordiense comentó que se quedará hasta el viernes o incluso el sábado y que lo que más esperan es que se cumplan los pronósticos de lluvia para la zona, pero hasta la yatde del jueves "no hay noticias”, concluyó.