Desde la repartición se difundió que “la pesca intensiva, deportiva y comercial, puede mermar sensiblemente la población del dorado en los nuestros ríos”; por lo que “hoy su pesca en Argentina está controlada, existiendo veda en la época de reproducción y restricciones al tamaño mínimo de las piezas cobradas”.
El área detalló que el dorado realiza migraciones reproductivas regulares en los ríos de las cuencas donde todavía habitan. El período reproductivo en nuestra región es en la primavera y el verano, por lo que se establece la veda para proteger la época del desove y aumentar así la eficiencia reproductiva.