Allí, haciéndose pasar por dos conocidos de la familia, los delincuentes manifestaron que estaban en el banco y que debían cambiar sus billetes de dólares. Por esa razón, pasaría un “empleado bancario de apellido Pérez”, a retirar el dinero por la vivienda de la octogenaria.
Fue así como se hizo presente uno de los malvivientes, el cual fue correctamente descripto posteriormente por la víctima y a quien le entregó un sobre blanco que contenía cinco mil cuatrocientos dólares.
El supuesto “empleado bancario” se retiró del domicilio y a los 15 minutos regresó a buscar el resto del dinero en pesos; lográndose llevar una bolsa de cartón que contenía entre diez y quince mil pesos.
La mujer estafa entregó tranquilamente el dinero y horas más tarde, al hablar con sus conocidos, cayó en la cuenta de que había sido víctima de una estafa, por lo que radicó la denuncia correspondiente.