Al parecer el joven había sido abordado por tres delincuentes en una moto, que atravesándole el rodado lograron sustraerle el vehículo en el que circulaba, para luego darse a la fuga.
El denunciante aporta los datos de los delincuentes, a los cuales reconoció e informa que se dirigían en una moto de 150 cc, color negra y armados.
A raíz del hecho mencionado, efectivo de la fuera solicitaron dos órdenes de allanamientos para dos de los domicilios de los imputados identificados, logrando la detención de ambos, como así también el secuestro de la moto en la que el damnificado manifestó que fue asaltado.
Mientras que la moto denunciada como sustraída fue recuperada, tras ser hallada abandonada en la vía pública.
Sin embargo allí no termina la historia, porque se presentó en la dependencia policial la cuñada del joven que hasta el momento aparecía como el damnificado denunciante, y cuenta que la moto se la prestaron y al regresar, el joven vino con la policía a buscar los papeles del vehículo, argumentando que se la robaron.
La mujer accedió a entregar la documentación del vehículo a los uniformados, pero a los veinte minutos le llegó un mensaje de texto vía Whatsapp a su teléfono particular, en el cual le decían que lo denunciado no era tal cual le había mencionado su cuñado y no había existido tal robo.
Por lo que la propietaria de la motocicleta se dirigió de inmediato a realizar la denuncia correspondiente, para falsar la primera denuncia realizada por su propio cuñado y declarar la verdad de los hechos.
