A causa de lo sucedido, el menor de tal solo 10 años de edad “fue intervenido quirúrgicamente por una bala abdominal que le había interesado una vena iliaca y tenía algunas perforaciones intestinales. Afortunadamente se logró dar solución a este problema y está evolucionando muy bien”, precisó Sigiotti.
Para finalizar, el profesional médico remarcó que una prueba del proceso evolutivo del pequeño es que ya “comenzó a ingerir líquidos, a alimentarse y no presenta complicaciones”.