“Puedo pedirla por 10, 15, 20 o 90 días, pero lo importante es que yo entiendo que existen los riesgos inherentes para pedir la prisión preventiva: el de fuga o el del entorpecimiento de la investigación”, acotó.
Perpetua
A entender de Zabaleta, “uno de los aspectos que tenemos que tener en cuenta - a la hora de pedir la prisión preventiva - es la pena estipulada para este tipo de delito: la reclusión perpetua”.Además, siempre según el funcionario judicial, “hay que agregarle la cantidad de evidencias que hay en contra del imputado”; por lo que todo resulta en un combo que “alienta cualquier ánimo de fuga”.
Sin cabos sueltos
Siempre atendiendo a la cautela, a la hora de ventilar detalles de la investigación, el fiscal reconoció que “se ha hablado muy mal, al principio, con información muy cruzada” acerca de qué fue lo que pasó.“Se han tergiversado mucho los hechos por lo que prefiero que, una vez que se haga el acto de indagatoria, recién ahí dar los detalles que pueda de la marcha de la investigación”, puntualizó.
Sin embargo, sobre un aspecto poco difundido del hecho – el que marca que un menor acompañaba al supuesto victimario; y que al parecer habría quedado afuera de la vivienda donde ocurrieron los trágicos sucesos – Zabaleta dejó en claro que “para los que estamos en la causa, ese detalle no es un ningún cabo suelto”.
“Tiene relación con la investigación, está todo bien aclarado, con todos los cabos atados; todo gracias a Dios y a un rápido accionar de la policía”, destacó.