Puntualizó que “normalmente tiene que venir un policía desde las 22 horas hasta las 6 de la mañana, que debe cuidar la esquina de Leguizamón y Libertad, del lado de afuera” remarca el sacerdote, porque “anteriormente estaba dentro de la escuela y le solicité que además de cuidar ahí podría hacerlo en la esquina”.
Petelin siguió detallando que “esa noche el policía no vino, no sé qué le pasó. Cuando yo vine de mañana la cámara ya no estaba”, la habían sacado a pesar de que estaba colocada a 6 metros de altura y fijada en una viga de hormigón, por lo que” fue arrancada con los tarugos que la reforzaban”.
Acerca de la cámara robada, el sacerdote explicó que “la compré después de que me asaltaron delante del garaje, era para tener mayor seguridad pero no fue así, son cosas de la vida”, dijo casi resignado.
Por otra parte, el presbítero subrayó que “lo llamé al comisario y al jefe de Departamental de Concordia, de que no entiendo porque si tiene que haber un policía no está y justamente esa noche se da el robo de la cámara”. Asimos agregó que “quedó en averiguarme y me llamó diciéndome que la señora de este policía tuvo familia y no puedo estar por eso”.
Por último, Daniel Petelin relató que en la noche del sábado “teníamos la confirmación y venía el Obispo, ahí se hicieron presentes tres móviles policías y después de las 22 horas enviaron a otro policía, porque el que tenía que venir no era”.