Si hay algo que une a la mayoría de los candidatos de las listas en Concordia es la “pobreza” con la que deben afrontar sus campañas electorales. Es que al desdoblarse las elecciones, el financiamiento de las campañas quedó sin el respaldo del estado nacional.

Cuando las elecciones son nacionales, hay un financiamiento público para los partidos políticos que participan, tanto como aporte extraordinario como para la impresión de boletas. Pero en Entre Ríos, estas elecciones de abril y junio son netamente provinciales, y por eso hay un vacío legal que deja a la mayoría de los precandidatos sin el apoyo estatal para dar a conocer su plataforma electoral.

Y claro, si hay beneficiados con este vacío legal esos son los candidatos oficialistas que, aunque no quisieran, gozan del beneficio del aparato estatal a su favor.

Para las PASO del 14 de abril, en Concordia hay 11 listas que se disputan la intendencia. El gobierno de la provincia sólo se hace cargo de la impresión de boletas.

¿Cómo instalan sus candidatos los partidos vecinalistas, o los que por primera vez compiten en la ciudad, o los más pequeños que poco financiamiento privado pueden sumar? Algunos, los que tienen referencia nacional, reciben acompañamiento “de Buenos Aires”.

En ese marco de pobrísimo presupuesto, los medios de comunicación y las redes sociales cobran especial importancia, pero suponen una exposición a la que no todos están en condiciones de acceder.

El período electoral es una oportunidad única para que los candidatos instalen sus ideas y perfiles ante la ciudadanía ávida de nuevas propuestas que la rescaten de la oscuridad de los tarifazos y los ajustes.

Pero no todos parecen verlo de esta manera.

Hace algunos días, un candidato de la interna peronista se negó a brindar una entrevista a un programa de radio porque “no quería” que luego se escribieran notas periodísticas con sus declaraciones. Otro, de la oposición local, tampoco “quiere” ser entrevistado por determinado grupo de periodistas. Y otro, de un vecinalismo, respondió ante la convocatoria que “su equipo de prensa” le sugirió que no de entrevistas hasta las generales de junio, porque la campaña ya estaba cooptada “por cuatro o cinco”.

La campaña es también una oportunidad histórica para los electores de acercarse a los candidatos. Están los que hablan, y no gustan. Pero están también los que eligen no hablar, y esos son los más peligrosos.

Los medios de comunicación vienen a llenar ese vacío legal que deja sin financiamiento a los partidos políticos. Pero en Concordia la pobreza de la campaña no es la financiera.-