Según explicaron sus compañeras docentes, la profesora (de nombre Lucrecia) fue víctima de “un desborde emocional” dentro de la escuela, a un punto tal que la situación se tornó insostenible y totalmente fuera de sí se subió a su vehículo, para partir raudamente del lugar.
De inmediato se dio aviso a los efectivos de la Comisaría 3°, quienes ubicaron al vehículo y comenzaron a perseguirlo, pero tomando las precauciones del caso para que nadie saliera lastimado. Más tarde se sabría que en realidad la docente ya había atropellado a un motociclista en la intersección de calle Belgrano y San Lorenzo, aunque por fortuna el conductor del rodado menor no tuvo lesiones graves.
A pesar del choque, la docente continúo su marcha a toda velocidad y recién se detuvo en las calles Concejal Veiga y Urdinarrain, esquina donde tiene su oficina la Departamental de Educación, donde pudo ser abordada por la policía y asistida por el Servicio de Emergencia del 107, quienes resolvieron que la mujer fuera trasladada al área de Salud Mental del Hospital Felipe Heras. Según comentaron colegas de la protagonista del hechos, la mujer tendría antecedentes de problemas psicológicos.
