Urribarri utilizó un video publicado en sus redes sociales para anunciar la acción judicial a pocos días de que se realicen las audiencias de revisión de la condena a 8 años que recibió hace casi un año.
En orden a eso, sentenció que Ruiz Orrico “se dedica públicamente a agraviarme, dice barbaridades sobre mí en los medios de comunicación, ataca al kirchnerismo. Incluso ha opinado ofensivamente sobre el proceso judicial al que estuve sometido” y que no tiene aún sentencia firme, consignó.
“A nadie sorprende este tipo de cosas porque todos los días nos vamos enterando de que existieron mesas judiciales, espionaje ilegal, una Gestapo sindical, partidos de tenis, de fútbol y viajes entre dirigentes, jueces y fiscales de Juntos por el Cambio en estos meses”, señaló.
En este caso “nos enteramos que la jueza y (el) dirigente opositor comparten la vida, el hogar y la familia. Es decir: almuerzos y cenas (en los) que conversarán sobre el fallo de Urribarri mientras cortan la milanesa”, graficó.
“A ver si se entiende bien: la jueza encargada de revisar el fallo por el cual me condenaron está casada con un dirigente de Juntos por el Cambio, adversario y rival político. Y además colaborador del principal referente de la oposición: Rogelio Frigerio”, repasó Urribarri.
En tono de interpelación, agregó: “Díganme ustedes ¿Qué imparcialidad, que justicia puedo esperar de esta persona que claramente tiene una opinión formada, un prejuicio, respecto de mi mucho antes de que le llegue la causa a sus manos? Lisa y llanamente: ninguna”, respondió.
“¿Las garantías constitucionales? Bien, gracias. Es por eso que mis abogados han fundado sobradamente, y con parte de estos motivos, la recusación. Además, (acompañada) con jurisprudencia que sostiene que al justiciable, o sea a mí, se le debe garantizar que no existe ningún tipo de duda sobre la imparcialidad, la objetividad o la independencia de quien lo juzga”, remarcó.
Más adelante, afirmó: “Tengo que reconocer algo revelador. Esta situación no es nueva, no es la primera. Hay otros casos como este. El año pasado recusamos también por falta de imparcialidad e independencia a las juezas Marcela Badano y Marcel Davite de Casación Penal ¿Por qué? Por el apoyo que expresaron a favor de la destituida procuradora general adjunta (Cecilia Goyeneche) quien me ha señalado como su adversario y que me responsabilizó explícita y públicamente por el jury que le abrieron y que terminó con su destitución”.
“Lo expliqué reiteradamente y con datos contundentes: no tuve absolutamente nada que ver con eso. Si a ella le convenía elegirme como rival, bien. Pero no tuve nada que ver”, insistió.
Al retomar el hilo de los argumentos para apartar a Davite y Badano, citó que habían participado en la causa previamente “rechazando pedidos de las defensas”.
“Como todo tiene que ver con todo adivinen: ¿Quién fue la jueza que rechazó (las) recusaciones de Badano y Davite, defendiéndolas? Adivinaron: la jueza Evangelina Bruzzo. Seguramente porque con esa decisión se estaba protegiendo a sí misma”, expresó.
Luego, destacó: “¿Adivinen quién va a resolver ahora la recusación que le hicimos a Bruzzo? Adivinaron de nuevo: las juezas Davite y Badano. Para un chiste de muy mal gusto”.
“Es una cosa de locos, porque lo único que estamos pidiendo es que nos juzgue un juez o una jueza con imparcialidad, objetividad y con la independencia que corresponde. Nada más que eso. Parece básico. Pero no. Así estamos”, remató.