Su patología de base es el síndrome nefrótico corticorresistente y actualmente, suma una insuficiencia renal crónica e insuficiencia cardíaca, por lo que necesita entrar en emergencia nacional -en las listas del INCUCAI- para así tener la oportunidad de tener una mejor calidad de vida.
Desde el hospital Gutiérrez de Buenos Aires, donde debió ser derivado debido a la insuficiencia cardíaca, su mamá repasó cómo avanza su estado de salud. “Max se está recuperando de a poquito de la cardiopatía, aún estamos realizando diálisis peritoneal, la cual no cubre los objetivos mínimos. Una vez que su sistema cardíaco este apto, podrá recibir hemodiálisis”, reveló y rogó a Dios para que el pequeño pueda tolerar ese tratamiento.
Por las características de su patología, Máximo no puede recibir el trasplante de un donante vivo, sino que debe ser de un donante cadavérico. Pero la complicación burocrática es que, de acuerdo a la legislación de trasplante renal, su caso no es para emergencia nacional.
“Nos informaron que tiene prioridad por ser menor de 12 años y que va sumando puntos con otras condiciones. Más allá de prioridad y puntos, el caso de Max es una emergencia. Una vez que se recupere del cuadro lo ideal es que pueda recibir su trasplante. En este caso podemos afirmar que es por la vida del niño, no sólo para mejorar su calidad de vida”, fundamentó su mamá y remarcó que “Maxi es prioridad, su estado es delicado”.