Posteriormente, los uniformados pudieron dar con la embarcación y dos equinos, pero no con los delincuentes que ya habían pisado tierra en la costa oriental y se habían dado a la fuga.
Los uniformados realizaron en el lugar varias recorridas, localizando posteriormente en la ribera del río, entre la vegetación, muchas ramas y próximo a un bosque, una yegua atada con un potrillo de unos cinco meses al pie, mojados.